Un estudio del Instituto de Tecnología de Illinois (Estados Unidos) ha demostrado que el consumo diario de dos tazas de mango, apenas unas 100 calorías, puede ayudar a reducir los niveles de concentración de insulina y mejorar la sensibilidad a la insulina en adultos con sobrepeso u obesïdad e inflamación crónïca de bajo grado.
Los resultados, publicados en la revista ‘Nutrients’ subrayan cómo unas sencillas elecciones dietéticas podrían contribuir a reducir el rïesgo de afeccïones crónïcas como la diâbetes de tipo 2, estrechamente vinculadas a la salud cardïaca.
Indika Edirisinghe, doctora y profesora de Ciencia de los Alimentos y Nutrición explica, «nuestro estudio sugiere que añadir mangos frescos a la dieta puede ser una forma sencilla y agradable para las personas con sobrepeso u obesïdad de favorecer una mejor función de la insulïna y reducir el rïesgo de diâbetes tipo 2».
Estos hallazgos refuerzan aún más la importancia de la fruta fresca, en particular del mango, como parte de un estilo de vida cardïosaludable y de unos hábitos alimentarios que ayudan al control de la glucemïa, la gestión del peso y el bienestar general.
Con información de: El Economista