El vino ha sido una de las bebidas más apreciadas a lo largo de la historia. Desde tiempos antiguos, esta bebida ha acompañado celebraciones y reuniones, sino que también ha sido objeto de estudios sobre sus posibles beneficios para la salud.
Es habitual escuchar que el vino tinto es mejor para la salud que el vino blanco, pero ¿realmente esto es cierto? La verdad es que ambos tienen propiedades que pueden beneficiar al organismo, aunque de manera diferente. La diferencia radica principalmente en los compuestos antioxidantes que contiene cada uno, lo que hace que el vino tinto se haya ganado más fama en cuanto a sus beneficios.
El vino tinto ha sido objeto de numerosos estudios debido a sus beneficios para la salud, especialmente gracias al resveratrol. El consumo moderado de vino tinto puede aumentar los niveles de colesterol HDL, conocido como el colesterol «bueno», y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos, reduciendo el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. Por otro lado, el vino blanco también tiene sus ventajas, especialmente en lo que respecta a la digestión y el control calórico.
En resumen, tanto el vino tinto como el blanco tienen propiedades que pueden ser beneficiosas para la salud, pero si se busca aprovechar al máximo los beneficios antioxidantes y cardiovasculares, el vino tinto parece ser la mejor opción. Sin embargo, la elección entre uno u otro depende de las preferencias personales y el estilo de vida.
Con información de: La Razón